Mamá Verónica

Lo que mantiene unidos a los cuentos de Mamá Verónica es la ferocidad con la que están escritos. No se trata de una ferocidad cruel y desalmada, su fiereza radica en la potencia que posee la voz de Jhon Hurtado, una voz que a veces retumba desde la selva del Pacífico y otras veces brota del concreto bogotano. Su fuerza reside en la vitalidad con la que describe el dolor, el suyo y el de otros, pero también en la ternura compasiva con la que desarma y sacude.

«Cómo no desempolvar aquellos recuerdos allá en la marea, ese canal amplio y profundo, que cuando se secaba se volvía un pantano repleto de inmundicias; bolsas de basura, juguetes dañados, jeringas, mierda. En cambio, cuando se llenaba, el agua se volvía verde y pura, además de coqueta por la brisa que hacía vibrar su mansa superficie como si la naturaleza se expresara a través del movimiento».

Jhon Anderson Hurtado (Buenaventura, 1992). Desde el año 2009 vive en Bogotá, donde trabajó como pintor de rines en el barrio 7 de Agosto. Después estudió Psicología en la Corporación Universitaria Unitec. Es autor de la novela Tunda, publicada también en Caín Press.