El secreto público revela y oculta al mismo tiempo. El secreto público es la explosión que nunca llega y que permanece como posibilidad tensada. Siguiendo a Taussig, “El secreto se secreta en la oblicuidad del lenguaje y sus acertijos, tanto en lo implícito como en lo cómplice, más cuando toma la forma de secreto público”. El secreto público controla para aprovechar los grandes poderes de contradicción, así la ideología y su maquinaria pueden funcionar. El secreto público magnifica la realidad, oscila entre dar la cara, y lo que no se da ni se desenmascara.